Del entrevistador:
Mientras realizaba la entrevista el joven me comentó que tenía el presentimiento de que esto iba a pasar, lo dijo porque él estudia la licenciatura de Biología, en la cual ven temas relacionados con los organismos parasitoides y la parasitología humana, ambos estrechamente relacionados con el virus del COVID-19. También dijo que al principio de la cuarentena tenía un atisbo de esperanza, pues suponía que esto terminaría en un par de meses, su optimismo terminó progresivamente conforme perduraba la pandemia. Me dijo que lleva prácticamente un año encerrado en su casa y que el miedo al salir le ha provocado ataques de pánico, los cuales ha tenido que resistir, pero que llegó un momento en que no aguantó la presión y se quebró, experimentando el terror en estado puro, por lo que finalmente tuvo que recurrir a ayuda psiquiátrica, en donde le recetaron varios medicamentos para controlar sus padecimientos. Por otra parte, resaltó que empezó a pensar mucho en la muerte y en estar preparado para ella, incluso me confesó que intentó suicidarse en una ocasión, tras lo cual sólo pude decirle palabras de aliento y ser comprensivo con su situación. Manifestó estar encabronado con la gente inconsciente, pero que trata de apoyar a las personas que la han pasado mal por este contexto pandémico. Dijo que los médicos están emprendiendo una lucha muy dura, al igual que sus familiares, aspecto que puede constatar de primera mano ya que su madre es médica y durante mucho tiempo tuvo el temor de que se contagiara por el trabajo que desempeña. Aliviado expresó que hace poco le aplicaron la primera dosis de la vacuna producida por Pfizer y que en aproximadamente veinte días recibirá el reforzamiento. Finalmente destacó que el COVID-19 no se irá, sino que se volverá una enfermedad estacional, tal como ocurrió con la influenza, así que tendremos que vivir con él, pues no será el último virus que tendremos que afrontar.