Del entrevistador:
La entrevistada es mi vecina inmediata. Cuando su hermano Martín comenzaba con síntomas, el domingo primero de agosto, me llamó para pedirme permiso para poner un “entortado” de cemento porque decía que la humedad se le estaba minando de mi azotea a su cuarto y que la humedad le estaba produciendo alergia, que tenía mucha tos por lo mismo. Él traía un cubrebocas tricapa mal puesto y yo no traía nada, afortunadamente, mi azotea está un poco más alta y en cuanto comenzó a toser me alejé. Quedé en ayudarle a arreglar ese problema, pero pasó el domingo 8 de agosto y no salió, pensé que se le había olvidado; luego, cuando le entrevisté a Guadalupe me enteré que estaba contagiado de COVID con un concentrador de oxígeno. Afortunadamente, no me contagié. Luego de la entrevista, me comentó que su hermano estaba usando un concentrador de oxígeno que había rentado, le pregunté que dónde lo habían rentado. Me contó que como su hermana Silvia es enfermera, una de sus compañeras le rentó el concentrador por $6,500 [MXN] durante lo que lo ocupara.