Ya previamente sucedió que, con las inundaciones que provocó la tormenta Cristóbal, mucha gente tuvo que salirse de sus casas y esto implicó una movilización en la que los contagios por COVID-19 aumentaron.
Reabrir playas públicas, zonas arqueológicas y otros puntos de interés turístico, representan un riesgo, puesto que el virus afecta a cualquier persona sin distinción alguna. Por lo que continuar con las medidas sanitarias, va a formar parte de la nueva normalidad.