En la península de Yucatán se utilizan mucho los huertos de traspatio. A partir de la pandemia se ha reforzado está práctica y ha incrementado el interés, puesto que no representa un costo extra.
A través de Pepino Kat, José Leonardo Navarrete, promueve un proyecto de sustentabilidad que "además de cuidar la salud y el manto freático, procuren una mejor calidad de vida para los productores locales, históricamente vulnerados por el modelo vigente".