Máscara elaborada a petición del Dr. Carlos Dávila, tallada en madera seca de Colorín inspirada en la máscara de Tecuani (El que come gente) en la que el mascarero plasma su propia interpretación sobre la pandemia.
La máscara está cubierta por huellas que la rodean hasta los costados simbolizando “la acelerada expansión de la enfermedad” en una representación del COVID-19 como la muerte/Mictlantecuhtli (mal aire que no sirve) que devora al danzante jaguar, un personaje popular dentro de las tradiciones, costumbres y trabajo de artesanos y grupos de danzas que fueron afectados por la contingencia.
Yonny Calixto, en su publicación, también nos explica que la máscara representa la vida y caída en la zona de la mixteca poblana, por lo que lleva grabadas palabras en su lengua:
Enfermedad (pandemia) Ku´e
Miedo Yu´i
Encerrado (enciérrate) Kuntiadini
Quédate en casa Ntooni ve´e
Danza (bailar) Itaza´i
Jaguar Nzika´a
Contagio (se lo paso) Ni daya´aña
Salud (estoy bien de salud) Ia kuei