De quien registra:
Tuve noticia del evento gracias a información difundida en redes sociales. En cuanto saqué la cámara, de inmediato se aproximaron dos personas: una oficial de policía que tomó mis datos, fotografió mis credenciales de elector y de estudiante, y envió dicha información a un destinatario que a la fecha ignoro, vía WhatsApp; y una representante de los manifestantes que, tras proceder exactamente igual, no aguardó a que comenzara a grabar para empezar a explicarme el motivo de su protesta. Las y los manifestantes se mostraron en todo momento dispuestos a charlar y a poner ante mi cámara las pancartas que portaban, todas ellas en tinta negra sobre cartulina verde fosforescente. Llama la atención que casi todas están escritas con el mismo trazo, de lo que se infiere que no fueron más de tres personas las encargadas de plasmar el contenido escrito (desconozco los motivos, pero deduzco que muchos de sus portadores no sabían escribir, o no sabían escribir en español). Debido al clima de esa tarde, todas las pancartas se encontraban sobre el suelo, “pisadas” por los puestos de artesanías, que constituyen la única fuente de ingreso para la mayoría de sus creadores.