Del entrevistador:
Mientras realizaba la entrevista la joven mencionó que la pandemia le afectó emocionalmente. Aunque al principio no había mucha información sobre el virus, lo poco que se sabía de él le preocupaba, ya que estaba enterada de que solía afectar más a las personas de la tercera edad y su papá (un señor de 61 años) forma parte de este grupo vulnerable. A ella le angustiaba que su padre tuviese que salir de su hogar para atender su negocio, pues esto lo exponía a un posible contagio. Sin embargo, no se podía dar el lujo de desatender su trabajo, ya que de él provienen los ingresos con los cuales se mantienen.
En cuanto a ella se refiere, durante unos meses realizó sus labores por vía virtual, aunque me confesó que llegó a sentir estrés porque en algún momento pensó que podría perder su empleo. Otra situación que la afligió fue la pérdida de familiares cercanos debido al virus, el no poder despedirse de ellos como se debe, fue un duro golpe para ella.
El riesgo de contagio la inquietó seguido, debido a esto no celebraron fiestas, ni aniversarios, en este sentido, resaltó que no festejaron el cumpleaños de su madre como a ellos les hubiera gustado. Mencionó que tiene un año y medio que no ve a su abuela, pues no quiere ponerla en peligro. No estar con ella le ha sido muy difícil. Señaló que los gastos no cesan, mientras que los ingresos no suben; que no hay suficientes pruebas de COVID-19 para todos, pero que espera que la pandemia termine en enero del 2022.
Para finalizar me platicó que varios de sus amigos la han pasado muy mal durante el último año, se ha enterado que la cuarentena les provocó depresiones agudas, destacó el caso de un joven que antes de la propagación del virus solía salir mucho, pero que a raíz de esto se acostumbró a estar en su casa y ahora no quiere aventurarse de nuevo al exterior. Para intentar paliar esta situación han organizado cenas virtuales con ellos, una manera de convivir que le parece extraña a sus progenitores. Algo similar ocurre cuando quieren ver una película, ya que en vez de ir al cine (si es que hay uno en funcionamiento), la ven de manera virtual. Así que ante la pandemia encontraron otras formas de convivir y no perder la comunicación. Lo mismo me dijo sobre la relación con su pareja, ya que su dinámica tuvo que adaptarse a la nueva situación, pues ahora se la pasan juntos a través de los videojuegos en línea.