Del entrevistador:
La mamá de la persona entrevistada trabaja en un mercado que suspendió actividades durante la emergencia sanitaria. Únicamente los negocios de productos de primera necesidad operaron en determinados horarios, dependiendo de lo que comercializaban. Algunos de ellos realizaron entregas a domicilio para que el confinamiento no afectara sus ventas.
La señora vendía ropa ahí, negocio que coadyuva con el ingreso familiar. Sin embargo, al no ser considerado esencial, le ordenaron cerrar. Lo que perjudicó en el gasto.
La compraventa de indumentaria continuó vía Internet. Pero, en este caso, ella no comerció su mercancía a través de la red, dado que cree que es complicado manejar un negocio online, en particular por el pago, ya sea físico o virtual; desconfía de nuevos clientes. Asimismo, no todos sus consumidores pueden ordenar por dicho medio.