De quien registra:
Los organilleros antes de la pandemia se encontraban en situación crítica: muy pocas personas valoran su oficio, cada día reciben menos propinas, y tienen que pagar su equipo. Ahora, en la emergencia sanitaria, tienen que lidiar con menor movilidad y, con ello, menor cantidad de ingresos diarios, con el peligro latente de contagiarse de esta enfermedad que no distingue posibles huéspedes, y las dificultades que conlleva transportar el instrumento. El organillero forma parte del paisaje urbano capitalino y que resiste, muy a su pesar, el pasar de los años y las problemáticas nacionales.