De quien registra:
Cuando el coronavirus se veía lejano en nuestro país, se alertaba a la población sobre cómo impactaría el virus en personas con diabetes, hipertensión u obesidad (en el peor de los casos, individuos con las tres comorbilidades).
Se implementó el etiquetado en productos, resaltando los que son excesivoamente grasosos y/o con altos índices de azúcar o sal. Pero considero que -si bien la medida es buena- no se atiende al problema de raíz, la mala alimentación de la población mexicana se debe a que la gran mayoría de productos son más accesibles (tanto económica como tangiblemente) y eso orilla a las personas a consumirlos, además del bombardeo publicitario como de nuevos productos en el mercado. Todo esto fue un caldo de cultivo para que la problemática sanitaria tuviera mayor impacto en el país, así como índice de mortalidad.